El viernes anterior me sentí muy mal. De pronto, sentí vergüenza de lo que soy. Vergüenza porque soy una atrevida al haber nacido donde nací. Debo ser una persona de la peor calaña porque mi piel (creo) es mas blanca que trigueña. Mi pelo no es rizado, entonces es vergonzoso. Me sentí mal también porque es una desgracia que haya podido estudiar dos profesiones en la pública Universidad del Valle. No debería haberlo hecho porque pareciera que hoy se necesita igualdad por lo bajo, todos en suelo, ninguno tiene derecho a “estar en la cama”. Mientras existan personas que no lo pueden hacer, no es posible que alguien logre superarse. Solidaridad es que se renuncie a lo propio y haya igualdad en la necesidad. Pareciera que muchas de las situaciones que he vivido fueran una afrenta a la sociedad. ¿Por qué tuve empleo? ¿Por qué pude viajar? Todo lo que ha rodeado mi vida es un desacierto porque existen multitud de situaciones inequitativas e injustas en el mundo y la forma de “calmar la culpa” no es contribuir a construir un mundo mejor sino igualarnos en las dificultades, necesidades y discriminación. No merezco mientras otros no tengan. No merezco mientras haya necesidades. La culpa debe carcomerme si quiero tener una mirada de inclusión. ¿Será que si?

Alejandro Gaviria no tiene derecho a desear ser candidato a la Presidencia en un país de pobres y necesitados. Se lo criticó ferozmente por lo que es. “La emoción de la candidatura del exrector de Uniandes no se puede leer sin una perspectiva de clase. El hombre ilustrado, blanco, antioqueño, casi un proto hombre y un gran tecnócrata. Si uno va a ver es todo lo contrario a Francia Márquez, mujer, afro, caucana, lideresa social, referente del movimiento social, sin doctorado, pero con reconocimientos internacionales por ser ambientalista y sobre todo desde el territorio. (–) Francia se parece mucho a lo que somos y no a lo que el arribismo, clasismo y racismo  colombiano quiere llegar a ser”. Twiter de Juana Afanador.

¿O sea que somos responsable (y culpables) del lugar donde nacemos, de la piel que tenemos y de las oportunidades que buscamos, encontramos y la vida nos dio?  Sí, todos no han tenido las mismas opciones y la inequidad es aplastante. Pero creer que no puedo salir adelante porque otros no tienen, es la forma mas resentida de igualdad social. Igualar por lo bajo. Atacar a Gaviria con esos argumentos es lamentable. Esperaba mas de la gente que apoya a Francia y qué bueno que ella esté, al igual que Alejandro pero que no se los condene o premie por su raza, origen o estudios.  

Las corrientes espirituales dicen que se escoge el lugar y la familia donde se nace, desde una perspectiva de conciencia. Pero para un sector extremista de colombianos, somos responsables (y culpables) desde antes de nacer por lo que decidimos vivir. ¿No son las ideas o trayectorias sino la piel, los estudios y el departamento, los que van a “inclinar” el debate presidencial? ¿El resentimiento, desde cualquier posición ideológica, nombrara Presidente? ¿Debate con altura?

 .Se ha llegado a tal extremo de polarización, a voltear la torta de manera que lo políticamente correcto es que los que estaban arriba, estén abajo y los que están abajo, estén arriba. Es un cambio de siluetas, pero ningún aprendizaje. Gloria H. @GloriaHRevolturas

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