Increíble, pero real. La razón, la inteligencia le abrió posibilidades a los seres humanos para construir opciones de vida diferentes y no limitarse a lo “ya hecho”. Nos pudimos quedar en la repetición eterna, pero la inteligencia estaba allí para crear el cambio, el movimiento. ¡Evolucionamos! Se dice que las abejas siguen construyendo sus panales de la misma manera, sin evolución diferente a lo que han realizado “por generaciones”. Como si carecieran de inteligencia creativa, repiten y repiten. Diferente a las maravillosas revelaciones que nos trajo la dra. Jennifer Ackerman, autora de “El ingenio de los pájaros” sobre la inventiva de las aves y sus “creaciones”, su capacidad de orientación y hasta las soluciones que se les ocurren frente a problemas cotidianos. Todo parece indicar que en ellas también hay visos de inteligencia, hay cerebro..

Pero la inteligencia humana, ubicada en el cerebro, se blindó con dos escudos: el poder y el control. Atornillada a ellos, la inteligencia que debió ser utilizada para la creatividad y la solidaridad, terminó convertida en una aplanadora al servicio de unos pocos (así fueran muchos) pero dejó de ser una cualidad, un don, para convertirse en una letal arma de inequidad y violencia. Quien lo creyera. Es la razón el arma mas poderosa de cuantas existen. Un ser humano inteligente “usando” esta condición para el servicio, es un aporte maravilloso. Para mal, un ser inteligente con ambiciones de poder, aplasta, controla, castra. Solo es válida su verdad. Solo acepta sus argumentos y con el látigo de la razón, coloca el mundo a sus pies, así sea su pequeño mundo cotidiano. Puede ser un padre frente a un hijo, un jefe frente a un subalterno, una institución frente a un usuario… el poder del inteligente poderoso, controla e invisibiliza. El tiene la razón, el posee la verdad. La razón y la inteligencia “centradas” en el cerebro y desconociendo otros “cerebros” humanos como son el corazón y el estómago, han fomentado la inequidad y la agresión a todos los niveles. La razón viviendo para sostenerse y nutrirse a si misma, es como una tarántula depredadora. Además esa inteligencia que aplasta, carece de emociones, porque encontrarse sin respuestas “lógicas” para explicar actuaciones es demasiado peligroso. No soporta no tener argumentos para controlar el mundo. Nadie “osa” ganarle una discusión… Para la razón, la emoción es una amenaza….

Por eso, la razón quiso arrinconarlas: son débiles, flojas, sensibles, con ellas no se puede argumentar. Sólo, se sienten. Pero no existe conducta humana que no esté marcada por el mundo emocional. Frente a este, la inteligencia acorralada, usa el poder y el control: así amedrenta y no pierde poder. No le queda de otra. Pero estamos en la era de la reivindicación de las emociones y la razón encuentra su límite. Hay saberes que no provienen de la razón, hay argumentos que no se  construyen desde la lógica. Parece increíble pero a una mente lógica se la puede doblegar con una emoción. Un golpe bajo que descoloque su argumentación la deja sin palabras. Llegó la era de las emociones: el reinado de la razón toca su fin. No para eliminarlo sino para que acepte que no puede seguir caminando sin su aliado emocional. Basta con mirar los efectos actuales del imperio de la lógica…

Gloria H. @GloriaHRevolturas

Imagen de 🎄Merry Christmas 🎄 en Pixabay 

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