“Hemos tenido un diálogo sincero y respetuoso con el Presidente Gustavo Petro. Acudí con el Dr. José Félix Lafaurie y se conversó sobre diferentes temas de la Patria”. (Feb 4/23). ¿Lo reconoce? ¿Lo identifica? ¿Podría deducir que es un trino del beligerante y polarizador Alvaro Uribe Vélez de hace 8, 5, 3 años? ¿Qué le sucedió? Claro que me alegro. Claro que me parece importante para bajarle a la polarización del país, dizque la segunda nación mas dividida de Latinoamérica, después de Argentina. Pero este cambio si merece una interpretación con cara a las próximas elecciones de los políticos, cualquiera que ellos sean y cualquiera que se su ideología o sus promesas de campaña. Porque es obvio, que más que el interés por una comunidad, su ego es el protagonista principal de su actuar. Para un político, según parece, no hay ideología que valga. El protagonismo, (narcisismo) es su motivador principal en busca de su objetivo. Entonces ¿todo político termina siendo narcisista? ¿En todo candidato a político existe un perfil de egocentrismo larvado?

Se supone entonces que la rabia, el infinito odio de Uribe contra Santos no obedecía a ninguna posición política o ideológica. Era una ira visceral contra un hombre que no siguió sus instrucciones e hizo lo que él no logró hacer. Ni el Papa pudo vencer su orgullo. El país vivió y tuvo que digerir esta rabia que costó miles de conflictos a nivel de amigos, de familia y hasta de parejas… Uribe lo criticó, lo denigró, lo estigmatizó. Hoy, cual cordero sumiso, habla “tranquilo y respetuoso” con Petro, con quien se supone debería tener más diferencias ideológicas. Pero no, tranquilo, mesurado, respetuoso… qué maravilla. Si, solo cuando Uribe quiso pudo ser conciliador, no cuando el país lo suplicó, lo requirió, lo necesitó. La actitud de Uribe se parece a esas parejas, donde el esposo (por lo general) sólo cambia cuando él quiere. La esposa lleva suplicándole con todos los argumentos posibles una nueva actitud, pero él, negado. Cuando ya hace el cambio, la esposa muere de la ira porque lo que demuestra la actitud del ahora conciliador esposo, es que nunca escucha a su esposa. Es solo cuando él lo quiera, cuando a él le da la gana….

Pues bien, Uribe cambió solo cuando él quiso. Cuando se le antojó hacerlo. Ni ideología, ni convicciones, nada, puro ego. Ahora “respetuoso” al lado de un progresista, amigo de Chávez y todas estas retahílas venenosas que criticaba de Santos, pero ahora si son válidas. Tuvimos que tragarnos el vómito de su odio, así como su hijo se tragó su propio vómito, de acuerdo a la “pedagogía” paterna. Espero que haya aprendido y no lo repita con los nietos. Pero ¿cuáles son las intenciones reales de los políticos, a qué se comprometen? Las personas tienen derecho a cambiar de opinión, pero estos acomodos tan extremos ¿a qué obedecen? Todos los que critican a Roy Barreras dizque porque cambia de partido ¿qué podrán decir del acomodo de Uribe?

Para el país y para el mismo Uribe, bienvenido el cambio. Necesitamos vivir en paz y esta no solo la construye la guerrilla. No cuestiono la nueva posición de Uribe. Solo quisiera que pudiéramos entender cuán difícil es la coherencia. Y aceptar, en definitiva, todo lo indica, que la gran mayoría de los políticos, solo trabajan para ellos…

Gloria H. @GloriaHRevolturas

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