Puede creer o no, está en todo su derecho. Personalmente creo que hay que ampliar la mirada porque la Ciencia vive una paradoja particular. Hasta que no compruebe una teoría en el laboratorio no la acepta como científica. Sin embargo, hay saberes que no puede comprobar porque no tiene las herramientas para hacerlo. Un círculo vicioso. No lo avalo como ciencia porque no tengo como probarlo, pero no lo pruebo porque no tengo herramientas. 

Popularmente se aceptan la influencia de la naturaleza, del medio ambiente, del clima, del sol, la luna. En la agricultura es obvia su presencia. Pero, pareciera que no lo aceptamos en seres humanos. Allí ya es charlatanería, o superstición o sugestión. La Astrología es una ciencia antiquísima. Para los griegos era una guía en el desarrollo de su entorno. Existen muchas corrientes que la estudian, pero voy a basarme en planteamientos del chileno Pablo Florez y de su alumna Angela Ma. Rodríguez respecto a Astrología evolutiva. No le voy a describir posición de los astros, ni influencia del uno en el otro, ni las casas en que está dividido el mundo astrológico. Lo que me impacto es la coincidencia del “actuar” de Colombia, de acuerdo con la astrología. Entonces…

Somos un país de emociones, nos movemos por ellas. Nuestra misión, la capacidad de lucha y la comunicación se rigen por emociones. El raciocinio no es nuestro distintivo. Dependemos de la madre, de allí la dificultad para asumir decisiones y responsabilidades, lo que significa que siempre hay alguien que “nos maneja” y a quien echarle culpas. A punta de emociones (buenas y malas), obedecemos. No nos desprendemos pero peleamos con ella. A diferencia del europeo que se suelta aquí no “volamos” fácil. Somos país de energía femenina, dispuestos a recibir, a que otros nos den, pocón a construir por nosotros: otra vez la dependencia, mínima capacidad de lucha. Y de acuerdo también a los planetas, entre todos, tenemos una comunicación muy agresiva. La felicidad es a bandazos: hoy nos enloquecemos con la Selección Colombia pero al rato nos conmovemos por la ultima masacre, cambio radical. Pero esa felicidad no la podemos controlar porque dependemos de otros para sentirla. Un país de grandes pasiones, que no podemos dominar. La marca de dependencia es absoluta. De allí que nos puedan manejar, como a niños pequeños, a punta de bombones (promesas y mentiras). Somos un país materialista, muy interesados por el dinero y no por valores a otro nivel. Creemos que para salir adelante hay que tener plata, concentrados en factores de producción, conectados con emociones básicas, reptilianas, instintivas. Pero también los planetas nos dan la oportunidad de brillar y de tener muy buenos aliados internacionales, allí esta la rueda de la fortuna. Nuestra transformación solo se dará desde la conciencia, cuando sepamos como somos, cuando nos conectemos como pueblo, conciencia de unidad.

Cuando se hace una descripción de tu personalidad puedes responder “ya lo sabía” o hacer conciencia de lo que debo modificar si quiero vivir diferente. ¿De que sirve descubrir “el agua tibia”? La fotografía ayuda. Una Colombia emocional debe intentar tener mas conciencia para evitar ser manipulada descaradamente. Porque allí está el peligro, en como somos… ¿próximas elecciones?

Gloria H. @GloriaHRevolturas 👌 💪 👍 😄

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Foto de Alesia Kozik en Pexels

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